el flagelo de la inseguridad

Noche. Rolando. Nos afanaron la planta. Se pudre todo. Ya no hay códigos, Coco. Ojalá te cagues encima. Terrible. Y usted dirá mi amigo: ya no se puede vivir más en este país. No le digo. Esto ocurrió en la madre patria. Un Caco, en altas horas de la noche, ingresó en una propiedad privada, trepándose al balcón del primer piso, arranca la Tutankamón, salta y se da a la fuga. El mal viviente sería un coleguilla del barrio. Primero la muerte de Maicol, después la de Patricio. ¿Y ahora esto?. Hay una familia desbastada. Nunca lo escuché tan mal a Julio. Y yo todavía no terminé de liar. Y el disco. Un toque a la cocina y vengo. El disco a veces aturde. Voláis por otros lares. Y la gente en el Oktoberfest. Y otros que vuelven. Idealizando. Cuando otros dudan. ¿Hice Bien? Rolo, si yo no jodo a nadie. Es la hora que entra el disco. Itunes. Physical Graffiti demasiado? No, que va. Va como loco. Los fucking 70s. Noche de guitarras rifiadas. Y el primer solo te quema la capocha. Como la muzzarella. Por eso digalé NO a los lácteos. Tarta de crema, en la luz encontrarás el camino. Pobre Cacho. ¿Cómo le explicamos? ¡Qué maridage los Zeppelin y las hierbas! Ahora entiendo todo. Por estos tiempos no sobran canciones así. Si pudiéramos juntar las manos dice el caminante. Hoy faltó el amigo a la noche perfecta. ¿Ya le comunicaron al Sensei de tremenda desgracia? Pero queda el árbol. Que yo, por las dudas lo comería, quizás, un poco crudo. Y las españolas de Bron-Yr-Aur que te caminan de lado a lado las orejas. Mágica. Para que pueda morir a gusto en 11 minutos. Lo que te digo, me voy con el disco. Aturde. Es que a la orilla del mar es innegable. Y al final no me dicen que le decimos a Cacho. Así nomas. Se afanaron una planta. Sin ninguna otra explicación más que esa. Se afanaron una planta. Los putos quillos. Las casas de los santos. Cuánto le debe el rock. ¿Te mareas cuando estás colocada? se preguntan Page y Plant. Obra maestra. Top ten. Entre los que me llevo en caso de incendio. Me parece que Cacho necesita más info. No se, un... un... un... era una planta muy exótica que valía una pasta entre el mundo de los ibernaderos. Mas o menos. No se, no se. Hay que explicarle algo. Tenés que esperar unos meses y esperar que llegue el olor y ahí rastrearlo. Pisotearlo debajo de los pies. Huida nocturna. Con la planta abajo del brazo. Llegó la crisis. Y Kashmir. Acá hacemos un [Oh, Deja que el sol golpee mi cara y las estrellas llenen mis sueños. Soy un viajero del tiempo y del espacio, para estar donde he estado. Para sentarme con los ancianos de una raza privilegiada, que este mundo apenas ha visto. Hablan de días en los cuales se sientan, esperan y todo será revelado. Hablan y cantan en lenguas de grácil acento, cuyos sonidos acarician mi oído. Pero no podría relatar nada de lo que oí, la historia estaba muy clara. Oh, oh... Oh, he estado volado... mami, no cabe duda. He estado volado, no hay duda alguna... Todo lo que veo se torna marrón, tal como el sol quema el suelo- Y mis ojos se llenan de arena tal como miro esta tierra perdida. Intentando encontrar, encontrar. ¿Dónde he estado? Oh, piloto de la tormenta que no deja huella, como los deseos dentro de un sueño. Sigue el camino que me llevó a ese lugar, arroyo amarillo del desierto. Mi Shangri-la bajo la luna de verano, volveré de nuevo. Tan cierto como el polvo que flota en lo alto en junio, al cruzar Kashmir. Oh, padre de los cuatro vientos, sopla mis velas, al cruzar el mar de los años. Sin más provisión que una cara abierta, a lo largo de los estrechos del miedo. Oh... Cuando estoy en camino, cuando está en mi ruta, si. Cuando estoy en camino, cuando veo el camino donde tu estás. Si, cuando estoy hundido, Oh, si cuando estoy hundido, tan hundido... Oh, mi cielo, oh, mi cielo, déjame llevarte allí.] Nada que agregar. Solo escuchar como empieza. Solo 20 segundos bastan. Cuanto le debe el rock. Hay que bancar la del ibernadero. Vos empezá que yo te sigo. La canción caprichosa. Hay tiempo para un Boogie. Mujer del país negro. Otra vez enfermo. Y se va despacio el disco. Que locura. No hay códigos, Coco. Con eso no se jode. Porque mirá negrito, si te afanan una cámara de fotos ponés 300 pesos y te la volvés a comprár si podés. Pero aunque tengas toda la guita del mundo no vas a poder hacer crecer una planta madura en 5 días. Hay mucho amor ahí. Yo fui testigo como Bonin. Se la cuidó 5 estrellas. Un Spa. Contra el viento. Vuelven las locas. 14 de noviembre en el Amalfitani. Yo soy más intoxicado. Incluso una malla protectora contra el Fino y la Fina. Se me llenan los ojos de lágrimas. Oime. Me voy revolenado una fichita a lo nuevo de Hope Sandoval & The Warm Inventions. Para el amor.