si yo supiera

A todos nos pasa lo mismo. Yo todavía pienso lo mismo que vos. Si bien España en este momento no es la panacea, es otra forma de vivir la vida. Y la tranquilidad que aun te lleva a pasear a las 4 de la mañana por el Raval. Pertenecemos a la sociedad de los desnacionalizados. Ni de acá ni de allí. Vagamos errantes. Desconocemos todos los motivos que nos llevaron a tan insulsa sensación. En qué maldito momento se me ocurrió tremenda epopeya. Si todos los que no entienden pudieran leer estas líneas. Seguramente no entenderían nada. O casi nada. Pero ese casi es lo fundamental para entender por donde viajamos. Qué nos pasa. Qué sentimos. Antes que nada necesitamos anclarnos a algo. Hacer pie. En lo bajito. Pero no hay que tener miedo. El miedo paraliza. Si hay que volver se vuelve. Aunque para algunos sea la tercera. La vencida. Uno es de donde se siente cómodo. Argentina es muy difícil. ¿España no? Uno se deberá responder. No nos neguemos. Hay que pagar un precio. ¿Justo? Quién sabe. Pero hay que pagarlo al contado. Y tenés permiso para equivocarte. Claro que si. Si de eso se trata. Si no te equivocás no mutás. Otros personajes para interpretar nos esperan. ¿Y si probamos con pedir ayuda? No se cual es la respuesta. Tengo miedo cada día. Sale el sol y otra batalla. Los guarismos se miden día a día. A mi los resultados me dan bien cuando me reí un minuto con ganas. Ayer y hoy gané por goleada.