Yo leo. Me escucho algo. Si pinta escribo. Y de vez en cuando, me escapo a la cocina. Se que los tengo abandonados. Perdonadme. Es que no hago a tiempo. El trabajo me tiene los huevos llenos. Pero hay que seguir y esperar que pase el frío y llegue el verano. En verdad me tiene mal el frío. El puto invierno. Necesito calor. Calor y unas vacances. Estoy quemado. La recompensa está en casa, con mis niñas. Parece que empieza a cambiar. Hoy sol. Calorcito. La pequeña cetácea reventó y se pilló una gastroenteritis, así que lo lanza todo. Pero no me muero. Ya te digo. Abro bien las ventanas, que entre bien el sol y caliente la casa. De vista los parques de lo que supo ser la ESMA y por suerte ahora pertenece a las Madres. Enfrente de casa justo está la entrada de lo que se usa como espacio cultural, entonces se ve todo el tiempo un movimiento de gente que notablemente tiene una sensibilidad por el arte. Más cerca de la ciudad que queremos. Más nuestra Barcelona. Vivo un rato sus vidas y sus sueños. Me escapo con un flaco que se va en bici con la guitarra colgando y su música a otra parte. La primogénita me llama y acudo a sus súplicas de que la acompañe a saltar un poco con Adriana. Igual Lanús y Gimnasia no ofrecían mucho. Nada que Grooveshark y unos cascos no puedan mejorar. Las puertas y el suave desfile es mi elección. Más tarde vendrá River en Liniers por la punta. A la mañana empecé con la parte final de la cocina que fue alisar las paredes con enduido. La señora de los dolores yace durmiendo en el sillón. 5. Tea time.
2 comentarios:
Tambien esta el Roli, vigilante amigo complice de dulces balconeadas. Déjale mis recuerdos.
Sr Churro
ya de paso le das un trago a la que te dije, total, un líquido blanco por otro no tiene mucha diferencia. Sopa de caracol
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