Por alguna razón desconocida, fuimos asomandonos al pavimento caliente por el sol. Fuimos acercandonos de a poco, casi con despreocupación, con el sabor a resignación que nos brindaba la dichosa maquina inteligente.
Unos llegaron en coches (lunch time) y entraron furtivamente al satánico rito. Otros en cambio, con nuestros pelos al viento y bebes resplandecientes, dejamos los atascos y los gases ultraviolentos casi sin darnos cuenta, como si un humo venenoso se apropiara de nuestros destinos.
Así fuimos creando una nueva especie, que adora la ceguera efímera que nos otorga el rey sol, y rinde culto a la vieja aventura.
Pero vos me entendes negrito?
Un día los zombies se apropiaron de aquello que les pertenecia...
Me llamo Julio
2 comentarios:
gracias enrique por tanta magia
de nada dani, sos una institución.
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