Archivo y guardo para conversarlo en el futuro.
Y que grande el Mister. Aguantando el aguacero estoicamente, de pie, sin dar casi ordenes, exponiendo solo su gigantesca figura. Porque ojo, como te digo una co te digo la o, yo creo que mete mas respeto callladito ahí, en el lateral que dando indicaciones como un mono (o aspirandose la linea de cal). El se sabe maradona y actua en concecuencia.
Dios aprieta pero no ahorca. Y en el ultimo minuto del séptimo día creo los pinguinitos. Paso volando y derrapó, encalló y no podía despegar las rodillas del tan controvertido cesped. Estas cosas tampoco ayudan a mantenerlo en condiciones (dijo indignado Aguilar)... Y hubo otro pinguinito. Se chichoneo (lease chochineo) exclamaron en Córdoba, mientras salía una tanda de ladrillos.
Y el laburante del gol que volvío por venganza. Su intima venganza. Con toda su rusticidad a cuesta. Estaba donde hay que estar, puso bruscamente la muleta y venga, me saco la camiseta y soy el Martín de la gente. En pleno bolumental. Quien diría. Si estuviera Daniel a la cabeza esto no pasa...
Y el sacrificio que termina dándole una mano a la desproligidad y falta de coherencia acostumbrada. Como la cigarra y la hormiga (cuento capitalista nefasto si los hay, pero ahora cuela al dedillo). Y el loco paso la barrera de los inmortales, de los universales. Como el Goico o el Tata Brown. No esta como para penales, pero sigue estando.
Y el payacito... dice que esta contento porque participo en el segundo gol. Payacito mio....esto no es Valencia.
Será que le dicen así por el de IT. Terrorífico. Ya explotara y nos tapará la boca a todos. Te esperamos Pablito!
En definitiva, por 20 pesitos vimos goles, a dios enojado que hizo llover, pinguinitos, dinosaurios goleadores canonizados en vivo, al pupi (que nunca se despeina) y al incombustible Solano. . Que mas querés.
1 comentario:
que salero tienes. aupa la albiceleste y visca el barza.
Publicar un comentario