A mi que nadie me toque mis jueves. Que son míos. Mis jueves con Petti. Pasando por la cocina. Y la oscuridad + el frío = una pregunta: Si pudieras parar el tiempo ¿en que año lo hubieras parado? O por ahí te la querés guardar para más adelante. Yo ya me lo respondí. Reconozco que me costó. Pero al final lo tuve muy claro. No dudé. Esas respuestas son para uno. Cada uno se la estará respondiendo ahora. Che, ¿qué pasó con el aviso del shampoo para el pelo de Cristiano Ronaldo? Antes te torturaban todo el tiempo. Radio o tv. O con el de la pipa. Que de paso, ya se como terminó la estatua. Como la de Sadam en Irak. Como la pifió la pipa este año. Primero apostó por Ronaldinho y ni siquiera fue convocado. Después con Cristiano que se ocupó más de como se veía en las cámaras que de jugar a la pelotita, que para eso le pagan. Queda el jugador del pueblo. Carlitos. Yo prefiero las 3 tiras. Lionel. Y que explote el sábado de una vez. Ya empiezan los nervios. Uno al bondi se sube de a poco, con cautela. Es que uno se pegó tantas veces que tiene recelo. Como el síndrome del mono y el palo. ¿Porqué el mono llora cuándo ve el palo? De la misma manera que nosotros lloramos cuando vemos a los arios. Pero esta vez nos toca a nosotros. No nos hagan mula. Una vez cada uno. La última te tocó a vos por penales. 2 a 1. Si querés te la acepto sufriendo. Pero esta vez a nosotros. Sueño con una choque con La Furia. Vamos a ver quién la tiene más larga. Para ser campeones de verdad hay que ganarle a Argentina. De ese choque seguramente salga el campeón. Yo me voy para el aeropuerto, que pierdo el vuelo para Ciudad del Cabo. Schweinsteiger y la concha de tu madre.
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