lunes, 20 de junio de 2011

[corregida]

y llegan los veinticinco. ese momento cargado de ternura infantil. de dibujarte una sonrisa mientras desenvolvés tu regalo envuelto en un finísimo envoltorio de polietileno en forma de bolsa de supermercado. pero que bien sabe el primero después de una larga agonía. el primer día como si nada. al séptimo ya estás un poquito más denso. pero volvés y te hace sentir bien. te das cuenta porqué empezás a ver todo más claro. más fácil. te parecés más al tipo que soñás ser. se te ocurren locas ideas. te sacás un poquito el arnés lleno de adoquines de la espalda. te permitís parar un poco la pelota y levantar la cabeza. te conectás. de repente. ves toda la cancha y jugás más en equipo. supongo que eso te hace jugar mejor a vos. pero tarde o temprano pasás por el punto que te jode, que es preguntarte ¿porqué tiene que ser así?. ¿porqué? estaré enfermo y necesito estar medicado. no se. te distraen con espejitos de colores. te chingan una mirada y te venden un plasma. ¿porqué no podré romper la matrix? el sistema es un huracán que te chupa y te lleva tan rápido que no llegas a ver las cosas. vas a la velocidad de la luz. el día a día te sumerge en una vorágine que no te deja pensar. pero llega un momento que parás tanto el tiempo que vas en cámara lenta esquivando balas con tu bicicleta. como keanu. solo que en mi versión la chica le ofrece un charuto en vez de una pastillita loca. más sixtees. sunshine es su nombre. ella batterfly. en vez de naves espaciales hay combis wolkswagen pintadas muy flower power que huyen por las carreteras de california. son unos hippies activistas que quieren convencer a sunshine que fornicar todos el día, todos con todos y fumar flores cada vez que te apetezca, a los veinte años está bueno. la peli giraría entorno a como van convenciéndolo de a poco. pasan las de caín y llega el final, cuando ya te quema las yemas de los dedos es que te das cuenta que esto debería ser un documental muy negro donde vemos al protagonista, sentado a oscuras en el living de su casa escribiendo estas boludeses. tres de la mañana. tiempo real. una hora. sin música. la única luz es emitida por la pantalla del portátil, el audio son autos de fondo pasando en el asfalto lluvioso, truenos. a veces el living se ilumina por algún rayo. un ascensor. un reggaetone bastante elevado de volumen que por menos no se pueden hacer recitales en el monumental. aparece y desaparece en fade de izquierda derecha. una puerta que se cierra con enfado. una reunión de amigos en el fondo del pasillo con sus ondas sonoras. lluvia torrencial. relámpagos. fin.

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