viernes, 7 de mayo de 2010

Ojoteando


Hace poco se hacía una breve pero no menos importante alusión a la dificultad del uso de la chancleta en las escaleras mecánicas. Bueno, yo dije puá, que majinazión tiene ejte tío. A la vista queda que no era producto de un pensamiento al azar ni mucho menos. Como verán no retoqué la foto, ni me animé a rotarla ya que sé con los mostros del fotoyó (que no Pocoyó) que flotan en los éteres del blog.
Es así que mirando un partido del Barça y enseñándole al tierno brote a ser culé se me cruzó una trucha que me hizo preguntar ¿dónde ví yo esta fisonomía?.

No tengo que decirles que soy lento de recordar pero a la larga tanto tratar de no forzar la memoria dió sus frutos y ese fruto me hizo entender el porque de la plata tan malgastada en este buen señor.
Independientemente de las estrategias empresariales que hayan llevado al jefe 6 copas a
hacer esa inversión pienso que muchos y digo muchos seres humanos menos especialistas hubieran acertado mejor invirtiendo en semillero sea de acá o de la China.

El motivo de tanta sequía es porque este señor espiritualmente en lugar de bambas o zapatillas (dígase en Uruguay championes) de fútbol lleva chancletas.
A pesar de ser nacido en Europa en su vida inmediata anterior fue el consabido latifundista pampeano.
Pienso que si hiciera contrato con alguna marca de ojotas y talabartería para las boleadoras se sentiría más cómodo y seguro, seguro su mente se despeja.
Quizá ya lo esté haciendo de entrecasa porque ahora rinde un poquiiiito mejor.
Igual, antes de revenderlo (cosa que seguro da pérdida astronómica) hay que sacarle el jugo lo más que se pueda.

1 comentario:

julio dijo...

será por eso que se cambio de vereda?ya no se puede confiar en nadie,....