domingo, 6 de junio de 2010

todos somos

Voy a explicar como mejor pueda esas líneas que aparecen ahí abajo. Si, esa que no tiene título. Pasa que la quise dejar tal cual fue. Narro los hechos según se sucedieron y lógicamente intentaré volver a lo antes escrito. Parece ser que un viernes de amigos, viernes de hombres solos diría un leproso amigo, con un freezer lleno de cervezas tuvieron algo que ver es todo esto. Pero no fue el único culpable. Amapola del '66 y dos caladas fueron el detonante. La gota que derramó el vaso. Llegué a casa como pude. Me esperaba en casa un 25 que anhelaba hace ya varios días. Dos caladas en la cocina y nos reencontramos. [Bueno, acá falto a la verdad y me confieso culpable. Es que el jueves tuve la suerte de asistir a la presentación del tan esperado disco de Divididos. Luna Park. Tocaron todo el disco. Increíble. Yo estuve. y me voy a guardar las pruebas para cuando mis hijos me pregunten. 3 horas y media del mejor rock y folclore que puede dar Argentina. Nivel internacional. Cómo suenan. Los que puedan, el 3 de julio repiten. Ahí es donde recaigo. Es que andaba seco y reconozco que tuve miedo. No sabía si me iba a poder bancar un show de guitarras fuertes sin abrir mis poros. Con los primeros rasgueos el aire se pone dulce. Cogoteo para allá, cogoteo para acá, diviso y ataco. Al primer intento, fracaso. Recibo escusas. Vuelvo a buscar un target. Me acerco sigilosamente y lo vuelvo a intentar. Esta vez da frutos. Un éxito. Un alma generosa se apiada y me pasa el testigo. Dos toques y lo devuelvo. Agradezco y me retiro en cámara lenta. Por las sombras. Me conecto. Somos una gran masa. Los temas pasan. Bombos y chacareras dedicadas. El testigo sale a dar vueltas. Carioca. Yo me pongo al final de la fila y la generosidad llega. Otra oportunidad. Agradezco con una bebida cola. Llega el rock. Llega Luca. Llega el pogo y la locura. Llegan los ángeles de Ecos. Mirando para siempre desde las fotografías. Congelados en el tiempo sin haber cumplido la mayoría de edad. En blanco y negro te acusan que todos fuimos, todos somos, todos podemos ser. Nos acordamos de Gustavo. Y volvemos a casa con la certeza de haber participado de algo grande. Un show a corazón abierto. Y ésta mi confesión.] Y para dar fuego a ésta bomba llegaron los headphones y rememoro la noche mágica poniendo Amapola. Muerto a laburar. Abro el blog. Escribo dos líneas, esas que está ahí abajo, tiro la cabeza para atrás y todo me empieza a dar vueltas. Sudo frío. Cierro los ojos y disfruto. Me es imposible seguir. Me voy a la cama a volar. Esa es la historia de esas líneas que descasan abajo. Lo que quise decir no lo puedo precisar. Entiendo que simplemente era eso, una declaración de amor. Esas conclusiones que llega uno cuando es capaz de parar la pelota y levantar la cabeza. Reconociendo que la vida es generoso con uno. Todos ustedes son parte de que me sienta así. Pero sobretodo a la señora de los dolores, que no me equivoqué al elegirla como madre de mis hijos. Y ya lo puedo decir en plural. La pequeña cetácea, que me saca tanto como me divierte. Una genia. Y lo que viene, lo que viene. El lunes lo sabremos. Para amenizar la espera un mundial por delante. Ya. A la vuelta de la esquina. Y la cama ya me espera.

1 comentario:

Sensei dijo...

disfruto saber que disfrutas