domingo, 25 de octubre de 2009

esos locos bajitos

A menudo los hijos se nos parecen. Así nos dan la primera satisfacción. Pero: ojitos, ojitos a mi solo. Qué increíble los hijos. Capaces de generar los mejores y los peores momentos de tu vida. Sin respeto al horario ni a las costumbres. Y a los que, por su bien, hay que domesticar. El amor más grande de tu vida. Eso te genera la felicidad más grande. Unidos en una noche cósmica. Ella se da cuenta y conecta. Sin reproches. Inconsciente de una velada mágica. Cargan con nuestros dioses y nuestro idioma. Nuestros rencores y nuestro porvenir. Pero basta con verla con unas pocas líneas de fiebre para que sea el peor momento de tu vida. De ahí para arriba. Sos la persona más frágil del mundo. Tu talón de Aquiles. Nada ni nadie puede impedir que sufran. Ni que las agujas avancen en el reloj. Cayó la niña de los rizos de oro. Por fin. 3:27. Pero todo vale por un encuentro en el tiempo y espacio. Estás perdido. Le perteneces. Que decidan por ellos, que se equivoquen. Cuánto se ha dicho pero hay que vivirlo. Ya no me quedo nunca más solo. El amor de un padre a un hijo no se puede comparar. Morís cuando te habla. Cuando te mira. Cuando te abraza. Cuando te besa. Cuando te necesita. Pero con la carga de ser considerado un superheroe sabiéndose uno que no. Para nadie fui tan importante. Responsabilidades. Ya no me quedo nunca más solo. Hoy que un hijo hiciste cambia ya tu mente. Cuidalo de drogas. Nunca lo reprimas. Y todo esto sin manual de uso. ¿Y qué se yo cómo tengo que hacerlo? Y dudas cualquier decisión con miedo a errarle. No querés fallar. 100% de efectividad. No hay margen de error. Es como un barrilete, uno de esos de dos sogas. Tenés que saber que soga hay que tirar. Y no tires mucho a ver si se te va a la mierda. Nunca quise ver tan lejos el dolor. Con verte crecer tengo bastante. Hay que parar más la pelota. Tomarlo más con calma. Disfrutar más. Ocuparte más y preocuparte menos. Le pedí al señor que me diera un amor, nunca pensé sería tan profundo. Amor incondicional. La tenés que cagar mucho. Ni pensarlo, que me empieza a faltar el aire. Qué dolor debe ser cuando un hijo se independiza. Y más ustedes que se fueron a 12 lucas de kilómetros. Desalmados. No se puede evitar. Que crezcan y que un día nos digan: Adiós.

3 comentarios:

Tu abuela dijo...

¿la foto es de ahora cuando estuvieron en Castefa? Qué grande está la niña.

peruvian seal dijo...

Ayer hablaba con el mío, tiene ya 5 años y el 18 prox cumple los 6, ya sabe sumar y restar, se viste solo, come solo, se ducha solo(esta a un paso de la independencia)..., conversa como un amigo mas, se "le va la olla" como me suele pasar, es el mejor regalo q te da la vida. saludo a "risitos de oro". Por la foto cualquiera que no te conoce diría que no tienes la panza que en realidad te acompaña. un abrazo

Anónimo dijo...

uhhh no sabes que me paso!! El domingo por la mañana me levante cantando esta canción del Juanma.
incluso llegué a pensar, que hago cantando esta canción, así de la nada?
Claro que aun no habia enyegado el ordenador...
luego al leer la entarada me impresioné mogollón (colega). Te lo prometo. Fue como una conexion cosmica.
Abrazos intergalacticos.
*me quedo con la canción Fiesta, bonito retrato de san Juanito.
julio