domingo, 10 de enero de 2010

el amor nos destrozará


Volviendo a las raíces. Quizás mi época más oscura. Otra Argentina. Callejeando todo el día. Hinchando las pelotas. 16 años. Sweet sexteen. Ponele año 88. Pasabamos de los Pistols al post punk, más dark, new wave. Pesado y oscuro. Bowie, Cure, los Bunnymen, Bauhaus, incluso los primeros discos de U2. Television gritará el Sensei. Pero también llegaban de Berlín Einstürzende Neubauten. Y mi banda fetiche de esa época. Joy Division. La banda de Ian Curtis. Una banda que decida quedar en la posteridad debe hacer un álbum debút impresionante, innovar, hacer una par de discos más y después debe morir el frontman. Sumo, Nirvana, The Doors, Marley, Elvis, Queen y puedo seguir toda la noche. Michael fue el último. Es la única manera de ser endiosados. Los Guns estarían en la cúspide si después de sacar Lies Axl se hubiera muerto. De sobredosis mejor. Inxs tardó mucho en matarse Hutchanse. Pero la historia dirá que dichoso aquel que muere por una paja mejor. Joy Division. Banda de culto. Poné Closer. Su segundo disco póstume. Con dos cojones se colgó a los 23 añitos porque estaba encerrado y no veía escapatoria. Casado muy joven por equivocación. Le pesó mucho la fama. Les aconsejo Control (2004) de Anton Corbijn. Fotógrafo exelsior. Narra la vida de Ian. Un tocado. Pero con ese peligro de los tocados. Léase Syd Barret, Jim Morrison, Nick Drake, Mozart por nombrar algunos. Del lado de los vivos: Brian Wilson. ¿Cuántos de éstos y cuántos faltan que se le han diagnosticado esquizofrenia. La lucidez y el deterioro. Será que queman el motor. Tanto esfuerzo te quema la capocha. Y siguiendo con las relaciones unimos el desorden mental con las drogas. ¿El huevo o la gallina? ¿Por abusar de las drogas se enferman o por la esquizofrenia consumen? Para escapar un rato. Para ver más claro, más despacio. A mi son vidas que me apasionan. Viven rápido y mueren para vivir eternamente. Por eso suena Closer. Por eso me gusta Joy Division. Escuchen el batería rápida,bajo gordo y guitarra furiosa. Si a ésto le sumamos una voz lúgubre, te explota en el bocho. Eléctrica. Nos dejaron un pequeño retazo de música y un eco que aún suena. Te vas Ian con la satisfacción. Esa satisfacción que solo puede dar el poder callar a la persona que tenés al lado martillándote para que tires eso que ya no queda nada y vos, de tanto insistir, le lográs sacar un tiro más a cambio de un pequeño ardor en los dedos. Vivir eternamente. Me voy con la satisfacción de poder acercar a algún desprevenido al lado oscuro. Joy Division. Recordadlo. Últimos consejitos. 1) que alguien tome el toro por las ástas y escriba un libro serio sobre el maridaje de la birra con la sativa. y 2) riansé todo lo que puedan y no dejen de bailar.

4 comentarios:

Sensei dijo...

Mostro! Love Will Tear Us Apart... buenisima.
Que pasa betito con radiohead, estas peleado?

Anónimo dijo...

TOMENSELAN

julio dijo...

gracias por estos sabados sabadetes y la entrada de color...

Anónimo dijo...

y candela?