miércoles, 30 de septiembre de 2009

queridos feligreses

Os convoco nuevamente a mi lado para recordaros lo que he denominado como “mi gran revelación”. Y no fue una cualquiera, no. Ésta ha venido a mí en forma de buñuelito de acelga, y en él me decía mirándome fijamente a los ojos: -te irás de gira un frío día de agosto, más específicamente el día 8 de agosto de 2050 con apenas 78 abriles a cuesta. Pero tranquilizaos, que prepararé todo para que no falte na’. Cava del mejor, todo tipo de canapés, putas, enanos y farli. Una gran partuza. No se suspende por lluvia. De elegante sport. La casa se reservará el derecho de admisión y permanencia, RSVP. No es necesario confirmar presencia. Pero por las dudas llamen antes de venir, si atiendo yo es que lo pospuse.

¿Cuánto hay de cierto que en los boliches tanto como en las oficinas actuaría una diabólica energía? Una potente energía capaz de confundir nuestros más finos sentidos. Sólo que en las oficinas actúa más dilatado, porque ya se sabe que en el boliche el tiempo es tirano. Para ser más específico daré un ejemplo; entrás un uno de estos recintos nocturnos de entretenimiento y al hacer un paneo general observás que hay damiselas que a esta hora ni las mirás pero que a las 6 de la mañana le estás ofreciendo casamiento con vals y todo. En las oficinas sucede lo mismo, pero el tiempo se dilata. Cuando recién entrás a laburar todas las mujeres son feas. A los 3 meses la gorda de recursos humanos te parece bastante linda. Y a los 3 años está viviendo con uno y es la madre de tus hijos.
Amigo de sus amigos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

no me jodan, y saquen a mi hermana.